Pablo Picasso había estado buscando durante tres meses algo para pintar en abril de 1937. Viviendo en París, el artista español recibió el encargo de producir un mural para el Pabellón Español de la Exposición Universal de París de 1937. La agitación había interrumpido su proceso, tanto en su vida privada como en la guerra civil que asolaba España. El horror de esta guerra le daría a Picasso su inspiración para pintar una visión audaz e inquebrantable de la devastación y el salvajismo de la guerra moderna en la gente común. La obra de Picasso, "Guernica", es una de las mejores obras de arte del siglo XX y una fuerte declaración contra la guerra.