Era pintor, comunicador, columnista e investigador, entre otras facetas. Fue velado en el Palacio Chico del Ministerio de Cultura.
Murió Édgar Arandia, un ícono del arte boliviano. Personalidades e instituciones del medio expresaron su pesar por esta irreparable pérdida.
Arandia, según el portal Urgente.bo, estaba aquejado por una enfermedad que lo mantuvo alejado de sus pasiones que eran la comunicación, escritura, pintura, investigación, entre otras.
El Museo Nacional de Arte (MNA), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (BCB), expresó su consternación por esta pérdida y envió condolencias a la directora del MNA, Claribela Arandia, quien es hija de Édgar. "Quienes te hemos conocido y querido fuimos muy afortunados de acercarnos a tu obra y haber recibido tu abrazo (...)", señala el comunicado institucional.
Arandia, según Urgente.bo, era un hombre dotado de un fino humor popular, era un pensador que generaba controversias con sus posiciones políticas y sus críticas a quienes incurrían en las prácticas tradicionales.
El archivista y gestor cultural Elías Blanco Mamani publicó también: “Nos duele el corazón. Nos queda su obra: pinturas, poemas, pensamientos... Buen viaje mi hermano, a nombre del Museo del Aparapita”.
TRAYECTORIA
Nacido en La Paz el año 1950, Quiroga cumplió funciones públicas. Fue viceministro de Culturas, director del Museo Nacional de Arte y secretario ejecutivo de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
Como investigador social y hombre conmovido por la tradición popular, Arandia hizo que los diferentes grupos sociales del país conozcan más de la cosmovisión andina y de las tradiciones mestiza, como la festividad del Gran Poder. Precisamente uno de sus últimos trabajos fue la historia de los tres rostros del Señor de la Santísima Trinidad, hoy más conocido como Tata Gran Poder.
Se formó en Bellas Artes en la Escuela de Artes Hernando Siles y en el Taller de Grabado del Centro Boliviano-Brasileño. Tenía una licenciatura en antropología y un posgrado.