A partir del jueves 3 –y hasta el domingo 6 de abril– el Distrito Capitalinas se transformará en el epicentro del arte latinoamericano.
Con un concepto boutique, 16 galerías argentinas (provenientes de Córdoba, Rosario y Buenos Aires), siete galerías internacionales (de Chile, Perú y Brasil) y un proyecto invitado de la ciudad de México, mostrarán el trabajo de artistas emergentes y consagrados en Capital, Feria de arte latinoamericano.
Así, galerías argentinas como Ankara (Colonia Caroya), Crudo (Rosario), Marchiaro y María Wonda (de Córdoba Capital) y Valeries Factory (Buenos Aires) cohabitarán con proyectos como los de Gruta (Sao Paulo), Oma (Santiago de Chile) y Paiján (Trujillo). Además, la Feria contará con el Proyecto Invitado PARA A, de la Ciudad de México.
“Entre los artistas, se destaca la participación de Dagoberto Rodríguez, un reconocido artista latinoamericano de origen cubano y residente en Madrid. Sus piezas forman parte de prestigiosas colecciones como las del MOMA, Whitney Museum of American Art o Guggenheim de New York, Centre Georges Pompidou de París o el Museo Centro de Arte Reina Sofía de Madrid”, detallan desde la organización.
Además, en el stand de la galería chilena Oma se podrá ver por primera vez en Argentina, la obra del pintor alemán Ruben Einsmann en diálogo con piezas de artistas chilenos como las esculturas de Margarita Talep, pinturas de Antonia Teillery, Bastian Pino y Gabriel Holzapfel.
Desde Chile, la galería NAC estará presente con obras de reconocidos artistas locales como Pablo Zuleta, Maite Zubizarreta y Javier Lewin. “En la feria el público se va a encontrar con una diversidad de formatos, precios y tamaños para impulsar al público a convivir, valorar y entender qué implica tener una obra de arte en su cotidianidad”, adelantan.
La importancia de Capital. Antonia de la Torre, licenciada en pintura, explica que una de las características contemporáneas del arte es la de, justamente, la internacionalización. “En los comienzos de la posmodernidad se hablaba mucho de la idea de americanización del arte y la cultura en general. Luego se pasó al concepto de globalización, que se aproxima bastante al de internacionalización actual; sin embargo, esto llevó a que en gran parte los artistas buscaran en sus obras parecerse más al arte producido en los países centrales que un arte que rescatara sus propias características locales”.
Asimismo, agrega de la Torre, en las últimas bienales por ejemplo, está la idea de que el arte vale por sí mismo, más que por el lugar de procedencia de los artistas. “Sin embargo me parece que en este caso es muy interesante la idea de poder también confrontar y poner en paralelo obras de otros países con piezas de tonada cordobesa. Creo que en esa puesta en paralelo se legitima y se concreta esta idea de internalización. Y ahí radica la importancia de este evento”.
En diálogo con Perfil Córdoba, el arquitecto y coleccionista José Lorenzo indicó que para él son dos los aspectos importantes de una feria de arte de estas características en nuestra ciudad: “Primero el económico, porque cuando una feria se realiza, un montón de gente se desplaza hacia la ciudad, sean artistas, galeristas, coleccionistas, directores de museos, gestores culturales, periodistas. Y todos ellos vuelcan un importante aporte económico en hotelería, gastronomía y transporte.
Además, nos da la posibilidad a quienes vivimos aquí de conocer propuestas artísticas de otras latitudes. Y la segunda –y más importante– es que dinamiza la escena con artistas cordobeses que se dan a conocer a muchísima gente que viene de afuera”.
Para Maru Becerra (Vía Margutta), gran defensora de galerías y ferias, la realización de Capital es de vital importancia. “Es el movimiento que necesitamos para Córdoba. Últimamente, sobre todo después de la pandemia, la gente ya no visita las galerías como antes. Yo soy una gran defensora del galerismo porque me parece que los artistas crecen únicamente a través de las galerías”, refiere la galerista.
En este sentido, Becerra recuerda el caso de artistas como Chola Poblete: “Hace unos años estaba en El Cabildo, vendiendo su obra en 200 dólares y Barro la llevó a distintas ferias y hasta a la Bienal de Venecia. Creo que ella no lo hubiera podido lograr sola. El galerismo es esencial para el artista y la unión de galerismo con artistas creo que no se puede superar”.
Por otro lado, la galerista entiende que el artista que se queda en Córdoba también “muere”. “Claro que hay artistas que manejan su propia carrera y lo hacen muy bien; no son la mayoría, pero algunos lo hacen. Yo creo que la única manera de mantener una carrera es a través del circuito nacional e internacional y esta feria de arte latinoamericano va en ese sentido”.
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