Los artistas afroamericanos y afrolatinos ganan mayor visibilidad en esta edición de Art Basel
El primer día comenzó fuerte en las ventas —una obra de Philip Guston llegó a USD 20 millones— y se pueden ver obras de Jackson Pollock, Alighiero Boetti y Alexander Calder, además de un estudio de Liliana Maresca. Pero la presencia mayoritaria de las galerías de las Américas se hizo sentir, analizó el director de Azur
Arrancó la nueva edición de Art Basel Miami Beach, la número 21, y la atención de los dealers, galeristas y coleccionistas se centra en si el mercado responderá como se espera. Las temporadas de subasta han sufrido una baja sensible de ventas en relación al año 2022, pero también han signos de recuperación en el último tramo de 2023, sobre todo con las subastas de noviembre en Nueva York donde, incluso, se han logrado varios récords de artistas. Una incógnita que iremos respondiendo a lo largo de las próximas horas, aunque ya se conocen algunas cifras de venta del día: un Philip Guston por USD 20 millones, un Henry Taylor por USD 1 millón, un Amy Sherald por USD 850.000.
De las 277 galerías de todo el mundo que vinieron a la cita más importante del mercado de arte mundial, 25 lo hacen por primera vez. Y otra novedad de esta edición es que el Tribeca Festival estará representado, con una serie de conferencias —hay un diálogo entre Robert De Niro y el fotógrafo francés JR—, música en vivo y el estreno de Origin, de Ava DuVerney.
Como siempre, la feria se desarrolla en el Miami Beach Convention Center como de costumbre y se divide en seis secciones: Galleries, Meridians (curada por Magalí Arriola, con 19 trabajos de gran escala), Kabinett (28 instalaciones presentadas por galerías por fuera de la sección principal), Positions (obras de artistas emergentes), Nova (trabajos recientes de hasta tres artistas) y Survey (prácticas artísticas de relevancia histórica). Pero este año el recorrido inaugura un nuevo diseño para mejorar la experiencia del visitante, que encontrará más lugares para sentarse.
El catálogo de artistas va desde el mercado primario de artistas vivos hasta galerías que presentan proyectos de otros que habían sido olvidados y, por supuesto, los blue chip del siglo XX, los que dominan las tarimas de las casas de subasta más importantes. Una perla recomendada, que quizá a algunos les pueda pasar inadvertida, por lo diferente que es de la iconografía, es un Jackson Pollock de 1943 que tiene la galería Acquavella. Es una belleza que se sale del clásico dripping de Pollock.
Entre otras cosas que me llamaron la atención, hay una tela magnífica de Alighiero Boetti en Tornabuoni Art, donde también vi varias esculturas importantes de Pablo Atchugarry. En Helly Nahmad hay un Alexander Calder de museo y en Galería Continua un gran móvil de Julio Le Parc. Destacaría además la obra de Joan Mitchell en Edward Tyler Nahem y la de Guillermo Kuitca en Sperone.
En Conversations habrá debates que explorarán la relación entre las Américas, con foco en los artistas latinos y afrolatinos, y en una primera recorrida es fácil advertir que este año las galerías vinieron con mucho arte afroamericano. No tanto como un postulado de protesta, como en otros momentos, sino como una demostración de la potencia de esta pintura, como una muestra de que la periferia puede ser el centro de la escena del arte.
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