Escultura de arte colombiano será expuesta en Argentina en 2026

La Bauché, obra cúspide de Rómulo Rozo, fue comprada por el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, Argentina. La obra se inspira en la diosa de los chibchas y mide 1,70 metros
La escultura bautizada como La Bachué, una obra fundamental para entender el arte colombiano reflejo de su mestizaje, del artista Rómulo Rozo, ya es parte de la colección del Museo de Arte Contemporáneo de Arte de Buenos Aires, Argentina (MALBA).

Esta pieza, tallada en 1925, podrá verse en septiembre de 2026 en la exposición aniversario del MALBA, según lo anunció el mayor coleccionista de arte de Argentina, Eduardo Costantini, a través de una entrevista con el diario El País.

Se trata de una talla en granito negro de 1,70 metros de altura, considerada como obra maestra y ficha clave en la evolución de las vanguardias artísticas de la Colombia de hace un siglo.

Algunos críticos afirman que La Bachué, inspirada en la diosa de los chibchas, desde su concepción en París, en 1925, pareciera haber sido proscrita del canon nacional colombiano. La versión original mide un poco más de 30 centímetros, y fue esculpida y fundida en bronce, segúne expone el periódico Arteria.

Rozo elaboró por encargo de un industrial colombiano afincado en París una variación más alta, que conservaba el brillo oscuro de la piedra negra. La obra desembarcó en 1929 como préstamo, en el pabellón de Colombia para la Exposición Iberoamericana de Sevilla.

La pieza acompañará otras obras cúspides del arte latinoamericano de artistas como Diego Rivera o la brasileña Tarsila do Amaral. El público argentino podrá conocer la escultura en vivo, en septiembre de 2026, durante la exposicio por los 25 años del MALBA, como una de las piezas centrales.

Desde 2001 el museo conforma una colección particular con grandes obras como préstamo a largo plazo, que luego son comparadas y exhibidas al público.
Rómulo Rozo

El artista nació en Chiquinquirá, departamento de Boyacá, Colombia, el 13 de enero de 1899, y se formó como orfebre y escultor. Su manera de tallar y trabajar los signos fue muy especial y de cierto tono primitivista.

Rozo es uno de los pocos escultores latinoamericanos a los que se han dedicado tres libros completos sobre su obra. Su labor escultórica mostraba un gran interés por las culturas precolombinas, por su simbología y la sofisticación de su diseño.

Este creador se suma a las búsquedas de algunos artistas latinoamericanos de comienzos del siglo XX que incluyen referencias directas de las culturas prehispánicas, cuyo modelo por excelencia fue el muralismo mexicano.

Fue director artístico de la construcción y decoración del Pabellón de Colombia en la Exposición Ibero Americana de Sevilla (1928-1929); miembro de la Academia Colombiana de Bellas Artes (1930); agregado cultural de la legación de Colombia (1931-1941); profesor de la Academia de San Carlos y de la Escuela de Escultura de la Secretaría de Educación Pública en la ciudad de México (1933); y profesor de escultura de la Escuela Artes Plásticas de la UNAM. Así lo afirma este medio de información cultural.

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