(Prensa Latina) Autodidacta y desde los 14 años, Belal Khaled utiliza el arte del graffiti para defender la causa de Palestina y sus dibujos en las paredes llaman a la libertad de su pueblo.
Khaled llegó al Líbano invitado por el Ministerio de Cultura y en el corazón de Hamra, la comunidad central de la capital, dio forma a su última creación en solidaridad con los millones de palestinos asediados en la Franja de Gaza y refugiados en muchas naciones.
Para este joven, sus obras no necesitan galerías, museos ni curadores, ocupan calles y espacios públicos en beneficio de la cultura.
Sus murales, que utilizan la técnica de combinar caligrafía, tipografía y graffiti, están presentes en países como Palestina, Egipto, Turquía, Azerbaiyán, Somalia, Sudán, Emiratos Árabes Unidos, Kenia, Zimbabwe y Líbano.
La pasión de Khaled por el graffiti se despertó en su natal Franja de Gaza cuando observó los muros del campamento de Khan Yunis, en el sur, cuyas paredes están cubiertas de escritos, dibujos y consignas, dijo a Prensa Latina.
Los retratos de los mártires y los acontecimientos de la Intifada (rebelión) palestina motivaron los primeros graffitis como respuesta a la ocupación y opresión del pueblo por parte de Israel.
A sus 30 años, el artista callejero es consciente del papel de los creadores a la hora de producir contenidos y viaja a cualquier parte del mundo para transmitir un mensaje de paz y resistencia.
El pincel, el sonido del pincel, la calidez de los colores y la expresión de los gráficos pueden ser más fuertes que el poder de las armas, afirmó.
Lejos de su tierra natal, Khaled reafirmó la obligación de proteger Palestina, contando historias de los campos, los éxitos y el coraje de sus ciudadanos.
En el Líbano se completó la mayor obra de arte caligráfico, de 35 metros de largo y 15 metros de ancho, con la combinación de letras del poeta Ghassan Matar y la cantante Julia Boutros, que rezan: “con cuánto construimos un mañana mejor, con cuánto tiempo Continuaremos y triunfaremos”.
Como se destaca, el graffiti en Hamra afirma que Palestina es el eje de la causa y su injusta condena contará con el apoyo de todos los pueblos libres del mundo.
Considerada la capital árabe de los refugiados, Líbano cuenta con más de 200.000 palestinos en diferentes comunidades de acogida y en los campos de Sabra, Chatila, Burj al Barajneh y Al Rashidiyah, Khaled grabó su arte callejero.
En el intercambio no faltó el agradecimiento a los pueblos de América Latina y del mundo por seguir la lucha de Palestina contra los ataques de Israel.
Quería viajar a Cuba y dibujar un gran graffiti como mensaje de un artista de la Franja de Gaza al ejemplo y rebelión de la Revolución.
Khaled desafía con su creatividad el asedio que viven las naciones de Medio Oriente, especialmente Líbano y Palestina, bajo la convicción de que la cultura constituye una puerta a la libertad.