Ocho mil profesionales del arte y la cultura alrededor del mundo firman carta exigiendo a organizaciones e instituciones culturales a que rompan su silencio ante las violaciones de derechos humanos cometidas por Israel contra Palestina.
Más de ochomil artistas, curadores, cineastas y profesionales del campo de la cultura y las artes firmaron una carta que circuló a través de Artforum la cual exige: un alto al fuego inmediato en Gaza, que se permita la entrada de ayuda humanitaria y "el fin de la complicidad de los órganos de gobierno en graves violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra".
La carta, misma que reproducimos a continuación en español, hace hincapié en la responsabilidad política de las intituciones artísticas y culturales en cuanto a no guardar silencio ante las circunstancias de violencia colonial y genocidio como coherencia ética entre sus programas y las circunstancias.
La comunidad artística es diversa y cruza fronteras, nacionalidades, sistemas de fe y creencias. Nosotrxs, como artistas, escritores, curadores, cineastas, editores y trabajadores que creamos el núcleo en torno al cual giran las instituciones y organizaciones, necesitamos tener la seguridad de que no sólo son espacios seguros, sino también humanos.
Apoyamos la liberación palestina y pedimos el fin de la matanza y el daño a todos los civiles, un alto el fuego inmediato, el paso de la ayuda humanitaria a Gaza y el fin de la complicidad de los órganos de gobierno en graves violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra.
Exigimos que se rompa inmediatamente el silencio institucional en torno a la actual crisis humanitaria a la que se enfrentan 2,3 millones de palestinos en la ocupada y asediada Franja de Gaza. En palabras del coordinador humanitario residente de la ONU para los Territorios Palestinos ocupados: "Se trata de la pérdida de nuestra humanidad si la comunidad internacional permite que esto continúe. Lo que estamos viendo ahora es sencillamente inhumano".
El silencio en estos momentos urgentes de crisis y de escalada del genocidio no es una postura políticamente neutral. En los últimos años se han dado pasos significativos para abordar institucionalmente la justicia social y la desigualdad. Sus programas artísticos se benefician de estas políticas. Ahora pedimos que continúen y se amplíen en el reconocimiento de los crímenes contra la humanidad a los que se enfrenta el pueblo palestino.
El continuo bombardeo de Gaza y la matanza y desplazamiento forzoso de sus residentes ha sido condenado por Amnistía Internacional, las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y Ayuda en Acción. Estos, entre otros organismos mundiales, han indicado que el castigo colectivo de los civiles de Gaza —que incluye el asesinato de cooperantes, periodistas y médicos, así como la destrucción de todas las infraestructuras y recursos vitales, cortando el suministro de agua, alimentos, electricidad y medicinas— equivale a un crimen de guerra.
Existen numerosas pruebas de que estamos asistiendo al desarrollo de un genocidio en el que la ya precaria vida del pueblo palestino se considera indigna de ayuda, por no hablar de derechos humanos y justicia. Con impunidad, Israel ya ha llevado a cabo tres de los cinco actos definitorios esbozados por la Convención sobre el Genocidio de las Naciones Unidas. Como escribe Raz Segal, historiador israelí y estudioso del genocidio: "Israel también ha intensificado su asedio de 16 años a Gaza —el más largo de la historia moderna, en clara violación del derecho internacional humanitario— hasta convertirlo en un ‘asedio total'". Esta directiva de llevar a cabo la destrucción sistémica de lxs palestinxs y de la sociedad palestina en Gaza procede directamente del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que ha descrito a sus objetivos en términos degradantes, como "animales humanos".
Nosotrxs, lxs abajo firmantes, rechazamos la violencia contra todos los civiles, independientemente de su identidad, y pedimos que se ponga fin a la raíz de la violencia: la opresión y la ocupación. Nos solidarizamos con el pueblo palestino. Pedimos a las organizaciones artísticas que muestren su solidaridad con lxs trabajadores de la cultura y hacemos un llamado a nuestros gobiernos para que exijan un alto el fuego inmediato y la apertura de los pasos fronterizos de Gaza para permitir que la ayuda humanitaria entre sin obstáculos.
Creemos que las organizaciones e instituciones artísticas cuya misión es proteger la libertad de expresión, fomentar la educación, la comunidad y la creatividad, también defienden la libertad de vida y el derecho básico a la existencia. Les pedimos que rechacen la inhumanidad, que no tiene cabida en la vida ni en el arte, y que exijan públicamente a nuestros gobiernos un alto al fuego.
Firman:
Nan Goldin
Laura Poitras
Eyal Weizman
Saidiya Hartman
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