El movimiento mural estuvo indisolublemente ligado al creciente sentido de la identidad nacional mexicana y al renacimiento del arte mexicano que siguió a la revolución.
Más que ser un movimiento artístico orgánico que evoluciona naturalmente, su desarrollo representó un enfoque muy deliberado por parte del gobierno mexicano y coincidió con el nombramiento de José Vasconcelos como Ministro de Educación Pública en 1921.
Los tres líderes del movimiento muralista, Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, eran conocidos colectivamente como Los tres grandes, y su legado todavía se siente en México hoy.
Durante la era colonial de México y más tarde bajo el liderazgo de Díaz, la iglesia había utilizado el muralismo como una poderosa herramienta para educar a las masas.
Sin embargo, juntos, Los tres grandes tomaron el poder de la pintura mural de la iglesia, insertando antiguas tradiciones mexicanas en murales audaces y revolucionarios del siglo XX.
Los muralistas rompieron las barreras tradicionales en el arte, haciendo que el arte fuera accesible para todas las personas en lugar de solo para la élite intelectual.
Frida y Diego: amor y revolución
24 de junio - 17 de septiembre
Solo en Adelaida
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Vista de instalación: Frida & Diego: Love & Revolution con obra de Diego Rivera; Galería de Arte de Australia Meridional, Adelaide 2023; Foto: Saul Steed.