VIOLETA QUISPE YUPARI: ARTEMANTA HISTORIATA TAPUSPA
La historia oficial suele ser contada desde la perspectiva de los grupos de poder, los cuales han determinado qué aspectos del pasado mostrar y cómo mostrarlos, qué historias son las que se recuerdan y quienes son considerados importantes dentro de estas historias. El arte tradicionalmente ha servido además para afianzar esas perspectivas desde lo visual. En este contexto, las historias de las mujeres y las minorías sexuales indígenas, mestizas y afrodescendientes han sido, por lo general, dejadas de lado.
La obra de Violeta Quispe Yupari (Lima, 1989) se ha centrado en reclamar por la igualdad de la mujer y denunciar la violencia de género, sobre todo de las mujeres andinas. Desde esta perspectiva, algunas de sus obras, como las que vemos en esta exposición, se han enfocado en diferentes contextos históricos para resaltar las historias y contribuciones de las mujeres en la construcción de la nación peruana, sobre todo de aquellas pertenecientes a grupos marginalizados en términos de raza, clase y género.
Violeta es hija de Gaudencia Yupari y Juan Walberto Quispe, dos artistas originarios de la comunidad campesina de Sarhua (Ayacucho). Ambos migraron a Lima en la década de 1980 debido a la violencia del conflicto armado interno que afectó Sarhua sobre todo a inicios de esa década.
Juan Walberto fue un reconocido pintor de Tablas de Sarhua y Gaudencia es una destacada artista textil que ha desarrollado también una importante carrera como pintora de Tablas. Las Tablas de Sarhua son pinturas sobre largos tablones de madera que se realizan con motivo de la construcción de una nueva casa para dejar constancia, a través de imágenes y textos, de los familiares cercanos de los dueños de la casa y de los lazos de reciprocidad que se establecen con los compadres que regalan la Tabla.
Desde la década de 1960, debido a la crisis económica, muchos sarhuinos tuvieron que migrar a las grandes ciudades del Perú, especialmente a la capital, Lima; y en la década de 1970, algunos de ellos empezaron a pintar una nueva versión de las Tablas destinadas al mercado urbano. En las nuevas Tablas, de formatos rectangulares, los pintores representaron escenas costumbristas de la vida rural en la comunidad de Sarhua como fiestas y rituales, trabajos comunales, labores agrícolas y ganaderas, mitos e historias.
Desde la década de 1990, los pintores sarhuinos decidieron abordar también los conflictos sociales que aquejaban a la comunidad y crearon series en las que abordaban temas como la guerra interna y la vida de los migrantes en Lima. Las primeras Tablas realizadas en Lima fueron obra de los pintores Primitivo Evanán y Víctor Yucra. A ellos se unieron poco después los jóvenes sarhuinos Juan Walberto Quispe y Julián Ramos.
En 1982, Primitivo Evanán, Juan Walberto Quispe, Bernardino Ramos y Valeriana Vivanco fundaron la Asociación de Artistas Populares de Sarhua (ADAPS) que se mantiene hasta la actualidad y que ha sido fundamental para el desarrollo de la pintura de Sarhua en Lima.
Al inicio, los pintores de la ADAPS eran sólo hombres, pero cuando el negocio de las Tablas empezó a prosperar, las mujeres empezaron también a pintar en el taller. Se incorporan pintoras como Valeriana Vivanco, Gaudencia Yupari, Norma Quispe, Luisa Romaní, Irene Gómez, entre otras.
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