Una mirada a la región colombiana, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de Madrid.
La muestra reúne el sabor, las tradiciones, el paisaje y las tragedias de esta región colombiana, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de Madrid.
El Caribe colombiano viaja hasta Madrid. Lo hace con la exposición ‘Constelaciones e insurrecciones tropicales’, que se presenta hasta el 7 de junio en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de la Embajada de Colombia en España, en el marco de Arco, una de las ferias de arte más importantes en el mundo hispano.
“Es una excelente oportunidad para Colombia mostrar su riqueza cultural y artística en la Feria de Arco Madrid, especialmente al destacar artistas del Caribe colombiano”, afirmó María de los Ángeles Holguín, directora de la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Colombia. “Esto no solo promueve la diversidad cultural del país, sino que también ofrece una plataforma para que nuestros artistas de esta zona del país ganen visibilidad a nivel internacional, con lo que se fortalece la identidad colombiana en el ámbito global”.
La exposición es el resultado de un trabajo conjunto entre la Embajada de Colombia en España y el Museo Nacional de Colombia.
“Se trata de un proyecto expositivo que teje obras de artistas de diversas generaciones a partir de la década de los setenta”, explica Elías Doria, el curador. “En su mayoría son artistas que se caracterizan por tener una actitud radical o disruptiva, que además ayudan a extender un mapa sobre el Caribe colombiano en relación con el Gran Caribe y con los viajes transatlánticos y otros territorios que podrían entrar dentro de la categoría del Caribe expandido”, agrega. Y explica que por ello la exposición entiende el Caribe más que como un espacio geográfico como un espacio conceptual, “un lugar que no se puede resumir a partir de una geografía física, política o histórica, sino a partir de encuentros, de viajes, de rutas, de derivas, quizá incluso de proyectos utópicos comunes entre diversos territorios del Gran Caribe”.
Con esa idea en mente, la exhibición no solo incluye artistas del Caribe colombiano, sino también de otras regiones del país que en algún momento han trabajado temas relacionados. Incluso hay obras que aluden a territorios como Puerto Rico, Surinam, Brasil y Guinea Bisáu.
“La exposición plantea un relato sobre las artes visuales situadas en el Caribe colombiano como una región expandida, que logra propiciar la singularidad de las particularidades históricas, geográficas y poéticas de ese entramado constelar que es nuestro Caribe”, señala, por su parte, William Alfonso López, director del Museo Nacional. “Allí aparecen una pléyade artistas organizados a partir de cuatro grandes ejes, en una muestra que, si bien no es de gran envergadura, está muy bien elaborada, delicada, y al mismo tiempo es compleja”.
Los ejes a los que hace referencia son los siguientes: el racismo estructural, los viajes trasatlánticos, la colonialidad y el Caribe como microhistoria del universo, en el que participan los artistas Jessica Mitrani, La Vulcanizadora, Liliana Angulo, Carlos Motta, Calderón & Piñeros, y Delcy Morelos. El trabajo informal, la memoria histórica, las clases sociales y las economías extractivas, con obras de Alexandra Gelis, Dayro Carrasquilla, Kevin Mancera y Gonzalo Fuenmayor.
También el reclamo por el paisaje del Caribe, la representación del territorio y la dislocación de las miradas exotistas, en el que destacan Julián Chams, Hernando ‘Momo’ del Villar, Carson Hudgson, José Olano, Teresa Sánchez, Ramiro Gómez y PaEntro Espacio; y las identidades, imaginarios, cosmovisiones y performatividades de la cultura popular desde y sobre el Caribe, con producciones de Álvaro Barrios, Alfonso Suárez, María Isabel Rueda, Eusebio Siosi y Andrés Matías Pinilla.
Este año, Arco Madrid, que finalizó ayer, se centró precisamente en el arte de los territorios conectados con el mar Caribe.
En tal sentido, la exposición permite mostrar en el ámbito internacional la importancia de esta región. “Está claro que el país en algún momento pasó de ser una nación internacionalmente ligada al Caribe a ser una nación fundamentalmente andina, y ellos nos permite generar preguntas importantes tanto en el campo internacional como en el campo nacional y, sobre todo, integrar al campo artístico colombiano a los debates internacionales sobre sobre el Gran Caribe”, explica López. “No quiero decir que no haya voces en Colombia que estén en ese escenario, pero hay que reconocer que se trata de voces que no resuenan de forma poderosa, sino más bien marginales en términos generales”.
Precisamente para darles eco, una parte importante de la exposición está constituida por conversatorios y transmisiones virtuales con los artistas a través de las cuentas del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y el Museo Nacional. “La idea es propiciar discusiones alrededor de qué es lo que se entiende como el Caribe, los viajes transatlánticos, el racismo estructural que opera en muchos de los imaginarios alrededor de las regiones ligadas al Caribe –explica Doria–. También alrededor de cuál es esa historia del arte del Caribe colombiano y esas relaciones entre la historia del arte del Caribe con el resto de la cuenca, del Gran Caribe”. En las conversaciones participan expertos en procesos del arte del Caribe y los propios artistas.
No hay mejor escenario para destacar esa identidad cultural del Caribe que Arco, una de las principales plataformas del arte, que completó su edición número 43. El programa en torno al mar Caribe es comisionado por Carla Acevedo-Yates y Sara Hermann Morera, bajo el nombre de ‘La orilla, la marea, la corriente: un Caribe oceánico’. También se presentaron galerías del Programa General y la sección ‘Opening’, donde destacan una selección de galerías jóvenes. Y la sección ‘Nunca es lo mismo. Arte latinoamericano’, comisariada por José Esparza Chong Cuy y Manuela Moscoso, da relevancia al vínculo con América Latina. Un vínculo que atraviesa las fronteras y se hace fuerte gracias al poder del arte.