Los 150 años de Torres García

Los 150 años de Torres García

Los 150 años de Torres García: el uruguayo que dio vuelta el mapa y formó a una generación
El MACA en Punta del Este celebra los 150 años de Joaquín Torres García con una exposición que recorre su legado artístico.

Rascacielos que se alzan altísimos, tiendas bulliciosas, calles serpentinas, trenes en movimiento, puertos dinámicos. Todo esto, todos estos elementos visuales, son típicos de la percepción que tenía Joaquín Torres García (1874 – 1949) sobre la ciudad moderna.

Y todo esto aparece en una gran parte de la obra del artista uruguayo. Actualmente, el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry (MACA) en Punta del Este, cuenta con una exposición titulada “El descubrimiento de sí mismo” porque ese artista plástico que fue tan importante para la escena uruguaya y para la internacional, cumple 150 años desde su nacimiento. La muestra que estará abierta al público hasta el 31 de marzo, incluye más de 140 obras recopiladas del Museo Torres García.

Ubicada estratégicamente bajo una línea cronológica en rojo que se extiende desde 1900 hasta 1940, una foto analógica en blanco y negro. Ese es el comienzo, el Torres García del principio. La evolución se dará a lo largo de cuatro décadas.

A la par del retrato, un cartel anuncia la "Manufactura de Juguetes", presentando figuras desmontables y transformables esculpidas en madera maciza. Entre ellos, se destacan un personaje barbudo, otro con un sombrero negro, un auto de ruedas rojas, un tucán y un perro, todos construidos en madera.

Los juguetes de madera no solo anticipan las soluciones plásticas futuras de Torres García, sino que también representan una forma ingeniosa de subsistencia.

La sala es un universo de creatividad con libretas repletas de bocetos, manuscritos y cuadernos de collages y acuarelas. Estos elementos conviven con las obras del propio Torres García, fusionándose en una expresión artística muy suya. Muy de Torres García.

En cada página, el uruguayo resalta elementos del tejido urbano de las ciudades que exploró y habitó a lo largo de su vida. Torres García, nacido en Montevideo fue hijo de un padre catalán y una madre uruguaya. Reconocido por ser un pionero en las vanguardias de la abstracción en Europa, es recordado por su contribución al Universalismo Constructivo y por su frase emblemática “Nuestro norte es el Sur”.

Las obras expuestas son prueba de la interacción íntima de Torres García con la metrópoli. Queda patente cómo la ciudad, tanto en su obra como en su experiencia vital, desempeñó un papel fundamental en su concepción constructiva.

La exposición no solo la presentación de sus obras. Es, en realidad, el mundo del artista. Explora su evolución artística y su profunda conexión con el entorno urbano.

“Poner en evidencia el archivo y exhibirlo junto a sus famosas pinturas es también una manera de revelar al público el proceso creativo e investigativo de Torres García, desmitificando y exponiendo su obra para entender mejor su trayectoria artística”, dice Cecilia Rabossi, curadora de la muestra, a LatidoBEAT.

“Trabajamos el archivo en el mismo nivel que en el de sus obras pictóricas, el material de archivo no es complementario, sino que es está desplegado en los muros, interactuando con sus obras pictóricas”, agrega.

Por su parte, Aimé Iglesias Lukin, que también complementa el equipo curatorial, comenta que “Joaquín Torres García dejó una marca indeleble en la historia del arte uruguayo y latinoamericano y, de alguna manera, a nivel global”.

Dos mapas en la exposición guían el viaje. El primero, una representación cartográfica de Europa y América que traza las rutas seguidas por el artista desde 1891 hasta 1934, con Montevideo como punto de partida y llegada.
El segundo mapa, concebido por Torres García, representa su propuesta teórica y política después de décadas explorando el mundo. Tras regresar a Uruguay en 1935, luego de vivir en Madrid y tras cuarenta y tres años de ausencia, propone un cambio radical con su texto “La escuela del Sur”. Este segundo marca un punto de llegada, consolidando sus ideas tras innumerables experiencias y reflexiones.

“Por un lado, está planteado el artista que mira el entorno urbano, que se redescubre, por eso tomamos el libro de 1917 que se llamó “El descubrimiento de sí mismo” como título de la exposición y, en paralelo de esa interacción con los ámbitos urbanos, está representado este artista educador, pedagogo, que necesita trabajar con los otros”, apunta Rabossi.
“En la muestra se despliegan las estrategias desde conferencias, difusiones radiofónicas, manifiestos. En un artículo de Alejandro Díaz, director del Museo Joaquín Torres García en Montevideo, se plantea que, desde que llegó en 1934 hasta el día de su fallecimiento 1949, Torres García dictó más de 777 conferencias, donde se reflejó la instancia de interacción y de trabajo con el otro”, sostiene Iglesias Lukin.

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