Pinturas de Pablo Jansan de Chile

Pinturas de Pablo Jansan de Chile

Pinturas de Pablo Jansan sobre la historia político-cultural y emocional de Chile

PABLO JANSANA: ADORMECER A LOS FELICES (O LA FICCIÓN DE LOS MUNDOS POSIBLES)

A través de sus recientes pinturas, Pablo Jansana (1976) nos propone un recorrido y un relato de los últimos 30 años de la historia político-cultural y afectiva de Chile. Así, mediante gramáticas visuales polifónicas recrea, con un método complejo, una historia atiborrada de personajes que interactúan en un espacio y un tiempo difusos, a veces hasta fantasmagóricos, lo que potencia el carácter novelesco de su trabajo pictórico.

Decimos esto porque es, justamente, la construcción de una ficción lo que motiva e impulsa en gran medida la aparición de sus imágenes. Imágenes que por lo demás se van des-cubriendo en una complejidad de capas que el artista va trabajando, pintando y borrando varias veces, hasta que emerge la imagen definitiva, pero que nunca lo es del todo.

Esta sumatoria de capas va sin duda densificando, por un lado, las capas propias de las materialidades y del gesto pictórico y, por el otro, las capas de tiempo de lo narrado. Son imágenes que se presentan como portales, como transiciones de un tiempo a otro. De ahí el juego semántico con lo transitorio y con la transición como período político de retorno a la democracia en Chile.


Sus pinturas nos develan, de forma sutil, algunos de esos acontecimientos que irrumpieron en la fase de transición, pero que al mismo tiempo son observados con cierta sospecha. No nos referimos a las críticas políticas que podamos hacer a una transición pactada y quizás insuficiente, sino más bien, a recobrar algunos aspectos culturales que nos permiten cierta distancia crítica con lo acontecido.

Un acontecimiento no es por sí mismo creación de una realidad; es creación de una posibilidad, de algo que abre una posibilidad ¿Podemos pensar la ficción a la que nos invita Jansana como la posibilidad de algo que trastoca una situación dada? Uno de los aspectos, a mi juicio, más rico y quizás menos evidente del trabajo de Pablo Jansana, se relaciona con la construcción conceptual que da paso a la construcción de sus pinturas.

Pablo es un artista que escribe, por tanto, la construcción conceptual de su obra comienza con la construcción de un relato, de una ficción. Así, va definiendo personajes, escenarios y tensiones que se cruzan en un juego de espacios temporales complejos. Inspirado en la forma en que el cineasta chileno Raúl Ruiz crea sus ficciones, Jansana se aventura en una poética que insiste en la capacidad polisémica de narrar que tienen las imágenes.
Sus pinturas exhibidas en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago tienen su origen en una permanente reflexión sobre el lenguaje y las formas narrativas del cine y de las novelas, sobre todo novelas negras y policíacas, así como de su gusto por la experimentación con materiales, superficies y texturas; en definitiva, materialidades y visualidades que le permiten contar de mejor manera la historia deseada.

Esas historias se plasman en una constelación de obras relacionadas con la violencia, crímenes y asesinatos. Una violencia tanto colonial como política, perpetrada durante la dictadura militar. Además, se presentan obras que se centran en la figura del iceberg de Sevilla, las cuales articulan toda una memoria del hielo que es también la memoria cultural y política de la transición, para finalmente enfocarse en la idea misma de transición, entendida como el tránsito de un período a otro, o de un tiempo a otro.

De esta forma, bordeando lo biográfico, sus recuerdos y su capacidad de ficcionar la realidad, da vida a imágenes que entrelazan los aspectos antes mencionados y que se inscriben en un presente que nos invita a dar saltos en el tiempo: a rememorar y repensar el pasado con elementos del presente.

Las pinturas de Jansana funcionan como un portal de ida y vuelta que puede juntar en un mismo plano, por ejemplo, un mural de Ramona Parra (que nos lleva a la efervescencia de los años 60 y todo un proyecto revolucionario que se estaba gestando) con los acontecimientos de la revuelta de octubre de 2019, como vemos en su obra Ramona de 2022.

Otro ejemplo es Gabriela (2022), donde el artista retrata a la poeta junto a las serpientes Kai Kai y Treng Treng,que, en el mito mapuche de la creación, dieron origen a la Tierra. Tanto Gabriela Mistral como las serpientes tienen un fuerte carácter rupturista, y en la obra son reivindicadas como pilares constitutivos de las capas de nuestro imaginario cultural nacional.

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