Sobre la jornada de arte textil en Malba

Sobre la jornada de arte textil en Malba

Durante la jornada de Arte Textil, organizada por el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) que contó con la apertura de Verónica Rossi, curadora e impulsora de esta iniciativa, el propósito estuvo en reflexionar sobre su origen y tradición en el país y sus derivas en el arte contemporáneo. Y es un dato que, entre las mesas de debate donde se congregaron artesanas, artistas y expertas en la materia, sobresalió la referencia al Quipu.

Este sistema contable tridimensional utilizado por las culturas andinas para transmitir mensajes a través de nudos, colores y texturas fue el tema expuesto por Margarita Ramírez, descendiente del pueblo Diaguita- Calchaquí. La fundadora e integrante de la Cooperativa Tinku Kamayu revisitó el pasado ancestral de ese método desde el presente, sin perder de vista el futuro, con la férrea intención de plasmar ese recorrido en un libro.

Ramírez –técnica en Artes Visuales, egresada de la Escuela Aurora de Santa María de Catamarca– profundizó en el valor que supo tener el Quipu en los registros de la cosecha o los hallazgos de oro y plata. Aunque también como calendario y para dar cuenta de nacimientos y muertes. Insistió en la unión que propone y en la imperiosa necesidad de mantenerlo vivo. “Me pregunté, ¿cómo transmitir esta belleza?”, dijo.
Algo que también puede ser leído en sintonía con el exhibido Quipu menstrual, la obra monumental de la chilena Cecilia Vicuña, colgado en la triple altura del Malba. Esta obra remite al manifiesto apoyo de la autora chilena a la elección de la presidenta Michelle Bachelet en enero de 2006.
Se sabe que esa fue la manera que encontró de votar: al montar la obra -en tanto sangre de los glaciares- a los pies del cerro El Plomo en las adyacencias de la ciudad de Santiago. Expresión que luego tuvo una nueva versión para sitio específico en el Centro Cultural Palacio de La Moneda, compuesta por veintiocho hilos de lana rojo y un video que documentaba la performance ritual anterior. Además, incluyó una carta a Bachelet donde le rogó que anulara la autorización del Proyecto Pascua Lama, para evitar la destrucción de tres glaciares al norte del país trasandino.

También en Soñar el agua se pudo contemplar el llamado Quipu desaparecido que forma parte de la colección de Eduardo Costantini. Una reinterpretación donde Vicuña alude a la herencia de secuestros y asesinatos de las dictaduras latinoamericanas del siglo XX. Esa obra puede ser vista además como un acto de resistencia al recuperar ese método arrasado por la conquista española al considerarlo subversivo.

En este último Quipu se contó con la colaboración de las artistas textiles Guillermina Baiguera, Laura Morales, Adriana Pavic y Ana Paula Méndez, quienes además tuvieron a cargo el cierre de la jornada de Arte Textil con una performance en la terraza del museo. Allí, desandaron el proceso de armado de las piezas compuestas por lanas naturales con las que trabajaron antes de la apertura de la exposición.

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