Unas 200 pinturas, esculturas, ilustraciones y collages, así como archivos y videos, componen una muestra construida en torno a un artista que se caracterizó por ser multidisciplinario en su dimensión artística e inclusivo en la dimensión social. Mediante una actitud de apertura y versatilidad destacables, Carmelo Arden Quin (Uruguay, 1913 – Francia, 2010) logró armar un entramado de relaciones artísticas entre Argentina, Chile y Francia que hoy nuevamente confluyen en el Centro Cultural La Moneda.
Transgredir los límites tradicionales del rectángulo y de la poesía para ir más allá, sistematizando lo móvil en la escultura, en las letras y en la pintura. Esto proponía Carmelo Arden Quin en una entrevista de 2005. En aquel momento el artista rioplatense tenía 92 años, y llevaba más de tres cuartos de su vida dedicado al arte: creó dos revistas, armó y rearmó una vanguardia, realizó acciones poéticas, publicó un libro, participó en varias exposiciones junto a distintos grupos y creó cientos de obras, muchas de las cuales contemplan la participación de sus espectadores.
Si bien la práctica artística de Arden Quin se caracteriza por los cambios constantes, algo que se mantuvo de manera invariable fue su inclinación hacia los proyectos colectivos. Esta es precisamente la característica de su trayectoria en la que se ancló María Cristina Rossi, investigadora argentina especialista en arte latinoamericano, para armar la propuesta curatorial de En la Trama del Arte Constructivo. Abierta hasta el 8 de octubre en el Centro Cultural La Moneda, la exposición reúne decenas de pinturas, esculturas, poemas, cartas, revistas y registros relacionados con Carmelo Arden Quin.
A través de un recorrido que recrea los viajes que emprendió el artista uruguayo a lo largo de su vida, las piezas se presentan en diálogo con obras de Joaquín Torres García y las de los colectivos y movimientos artísticos vanguardistas que fundó: la Asociación Arte Concreto-Invención y el movimiento MADI en el área rioplatense; el Centre d’Etudes et de Recherches madistes en París; la porteña Asociación Arte Nuevo; y el movimiento MADI Internacional. Con una personalidad sociable y una visión integradora, Arden Quin impulsó la construcción de una red significativa de pintores, escultores y poetas de la época que anhelaban transformaciones sociales y políticas.
La exposición llega a Chile gracias a un programa de itinerancia que se inició en 2022 en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires en su calidad de organizador. No obstante, la muestra presentada en Chile profundiza en temáticas que solo fueron esbozadas tras su paso por la Argentina. Se ahonda así en la trayectoria artística de Carmelo Arden Quin de los años 60 y 70, marcada por una mayor producción poética. Junto a ello, se hace hincapié en las relaciones con creadores chilenos como Vicente Huidobro y Gustavo Poblete, así como con el poeta Godofredo Iommi y el escultor Claudio Girola, ambos argentinos radicados y fallecidos en Chile.
Tras dedicar más de diez años al estudio de la obra de Carmelo Arden Quin, leyendo su correspondencia y analizando cómo se establecieron las relaciones entre estos artistas y escritores, Rossi definió que este último aspecto aportaría un nuevo e importante capítulo al relato curatorial. La exposición en Chile fue entonces actualizada y complementada con un núcleo especial titulado Intercambios con artistas chilenos. Según la historiadora del arte Magdalena Dardel, estos nexos nunca habían sido explorados en profundidad.
“María Cristina está siendo muy pionera al plantear, no solamente desde la obra, sino también desde la documentación, los vínculos que podemos entender entre Carmelo y Chile”. En su opinión, la investigación se vuelve aún más relevante al considerar la escasa puesta en valor de la producción de Arden Quin en Chile, en comparación con otros países de Latinoamérica, como Brasil y Argentina.
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