Una entrevista imaginaria con Paul Cezanne

Una entrevista imaginaria con Paul Cezanne

Entorno: Un estudio bañado por el sol en Aix-en-Provence, Francia. Alrededor de la habitación hay caballetes adornados con paisajes inacabados. Un hombre con el ceño pensativo y una gastada bata de pintor está sentado con una taza de café humeante.

Entrevistador: Monsieur Cézanne, gracias por tomarse el tiempo de hablar conmigo hoy.

Cézanne: (Asiente) Por supuesto. Aunque lo confieso, me siento más cómodo con el pincel en la mano que con las palabras.

Entrevistador: Completamente comprensible. Tu trabajo ha sido bastante revolucionario, un alejamiento de lo tradicional. ¿Qué te impulsa a pintar el mundo de una manera tan... estructurada?

Cézanne: ¡Ah, estructura! El mundo mismo es una sinfonía de orden subyacente. Mire esa manzana sobre la mesa: su redondez, la forma en que la luz baila en sus curvas. No es sólo una manzana, es un juego de formas y colores. Me esfuerzo por capturar esa esencia, la permanencia debajo de la superficie fugaz.

Entrevistador: Algunos críticos encuentran su enfoque duro, incluso inacabado.

Cézanne: (Una sonrisa irónica) ¿Sin terminar? Tal vez. Pero, ¿alguna vez la naturaleza estará verdaderamente terminada? Es un flujo constante de luces y sombras. Coloco capas de colores, pequeños trazos que crean forma, insinuando la estructura subyacente. Corresponde al espectador completar la imagen, comprometerse con la obra.

Entrevistador: ¿Es por eso que vuelves a menudo al mismo tema, como el Monte Sainte-Victoire?

Cézanne: ¡Esa montaña! Es un desafío, un diálogo constante. Cada vez que lo pinto, la luz es diferente, el estado de ánimo cambia. Pero la estructura subyacente permanece, una constante que puedo explorar en el lienzo.

Entrevistador: Usted alguna vez formó parte del movimiento impresionista, pero se distanció. ¿Por qué?

Cézanne: Captaron maravillosamente la luz, el momento fugaz. Pero para mí hay una verdad más profunda. La naturaleza necesita un sentido de orden, una permanencia de la que a veces carecía el impresionismo. Quería construir estructuras duraderas con color y forma.

Entrevistador: Mirando hacia atrás, ¿cómo te sientes acerca de tu legado?

Cézanne: (Se encoge de hombros) ¿Legado? No me corresponde a mí decirlo. Simplemente pinto lo que veo, lo que siento. Quizás ofrezco una forma diferente de ver el mundo, una manera de apreciar el orden dentro del caos de la naturaleza.

Entrevistador: Una forma que ha influido mucho en el arte moderno.

Cézanne: (arquea una ceja) ¿Lo tiene? Es interesante. Simplemente sigo mi propio camino, señor. Si otros encuentran inspiración, entonces tant mieux, mucho mejor.

Entrevistador: Gracias por su tiempo, señor Cézanne. Sin duda, su trabajo seguirá inspirando a las generaciones venideras.

Cézanne: (Asiente) Bueno, tal vez sea hora de volver a esa manzana. Siempre hay más que ver.

(La entrevista termina y Cézanne toma su pincel y regresa al lienzo con una atención renovada.)


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