Nacido el 5 de agosto de 1959 en Dixmude (Bélgica), el pintor estudió en Gante de 1975 a 1982 en la École Supérieure Saint-Luc, donde se graduó con las mejores calificaciones. Luego realizó una investigación personal sobre los grabados, dibujos y óleos de Rembrandt, Degas y Ensor, así como sobre la pintura figurativa de los siglos XIX y XX. De 1983 a 2019 fue profesor de Artes Visuales en dibujo perceptual en la École Supérieure Saint-Luc en Amberes, Bélgica. Entre 1975 y 1999 realizó numerosos calendarios artísticos a petición de organizaciones culturales en ciudades como Blankenberghe, Koksijde, Handzame, Brujas, Saint-Rémy-de-Provence, etc. Pinta desde su infancia, principalmente al óleo, pero también realiza numerosos dibujos, acuarelas y grabados. Al regresar de un viaje a Portugal en 1997, descubrió Francia y Provenza y decidió instalarse en Saint-Rémy con su familia. Su primera exposición in situ, titulada "Saint-Rémy au daily", tuvo lugar en 1999 en el Hang'Art du Zéro Surréaliste François Otte. Desde entonces, el ayuntamiento de Saint-Rémy-de-Provence expone permanentemente el tríptico principal de esta serie. A partir de 2006 centró su trabajo en la ciudad de Amberes y sus habitantes. En 2007 expuso "El mosaico de Amberes", que incluye cerca de 150 acrílicos y presenta una cara multifacética de la metrópoli. La obra de Andréas Vanpoucke ha evolucionado con el tiempo hacia una mayor potencia e independencia, pero su huella personal siempre permanece imbuida de luz, contrastes y colores en la búsqueda del realismo poético. Andréas Vanpoucke es un pintor que utiliza pocos materiales para transmitir sus emociones, su toque es justo y preciso. Pintor flamenco, la exaltación de sus cuadros, grandes o pequeños, pasa esencialmente por la calidad de sus composiciones que nos permiten sumergirnos en el universo cotidiano que fascina al pintor, en varios niveles de observación y lectura. La calidad de sus luces también es excepcional. La fuerza de la luz del Sur le llevó a realizar una serie de grabados titulada “Le Midi en noir et blanc”. La luz es tan intensa que, según él, el grabado es el medio ideal para transcribir de forma ideal los contrastes. Su último trabajo sobre la ciudad de París destaca por su autenticidad y sinceridad. Su enfoque: París vista desde atrás; una aproximación humanista y respetuosa, actual y vivaz a esta capital, la ciudad de la luz. De esta obra se desprende una atmósfera íntima y moderna. El artista supo transmitir admirablemente la atmósfera de la vida cotidiana y hacer visible la luz tan especial de París en todas las estaciones y en todos los momentos. Se trata en primer lugar de dibujos, luego de grabados y de unas 180 “grabadas” realizadas en pequeño y gran formato que constituyen un impresionante mosaico de “París en la vida cotidiana”. Monumentos, personajes, situaciones, esta aproximación al París contemporáneo se presenta desde un ángulo insólito integrando los elementos predominantes de nuestra vida cotidiana, coches, papeleras, teléfonos...