Nació en Río de Janeiro. Su inclinación por el arte surgió desde temprana edad. En 1837 se matriculó en la Academia Imperial de Bellas Artes. Fue un brillante estudiante y recibió el premio del viaje a Europa en 1850. Al año siguiente partió hacia Roma, donde estudió bajo la dirección del paisajista francés Jean-Achille Benouville. Pasó 8 años en Italia y produjo allí obras de verdadero mérito. Al regresar a Brasil en 1859 comenzó a enseñar en la Academia. Inicialmente ocupó la cátedra de dibujo y luego la de paisaje. Contribuyó varias veces a la exposición general de bellas artes, recibiendo la medalla de oro en 1852, la Orden de la Rosa en 1868 y la Orden de Cristo en 1871. Entre sus alumnos se destacaron Modesto Brocos, Henrique Bernardelli, Pedro Peres, Firmino Monteiro y José María de Medeiros. La emperatriz Teresa Cristina le encargó varios bodegones, género en el que destacó. Fue el pionero de la pintura al aire libre en Brasil, precediendo a Georg Grimm, a quien se le atribuye el mérito. Más tarde enfrentó dificultades económicas y tuvo que pintar vallas publicitarias para sobrevivir. Murió en 1878 en Río de Janeiro.