Thomas Bossard estudió en Lille antes de continuar en la Escuela Saint-Luc de Bélgica (Tournai), en el área de artes gráficas, con la idea de especializarse en la publicidad. Después de un primer trabajo en este campo, conoció el ambiente teatral y cambió completamente su trayectoria: "Fue en el Théâtre du Capitole de Toulouse, como pintor decorador, donde pude comenzar a expresar mi paleta artística en todas sus versatilidades: ilustración, pintura, escenografía, frescos, fotografía, decoración y demás, creando numerosos decorados para obras clásicas como “Los Maestros Cantores”, “Sigfrido”, “El Crepúsculo de los Dioses”, “La Flauta Mágica” y “La Posada del Caballo Blanco”. Luego trabajé como escenógrafo para varios directores, en particular Pierre Debauche. También produje storyboards para cortometrajes y anuncios publicitarios, sin olvidar los decorados diseñados para una serie de televisión producida por “Vagabonds Films”. Además, realicé dibujos sobre porcelana para la fábrica de “Yves Deshoulières”. Finalmente, creé carteles para espectáculos, festivales y largometrajes”.