Las esculturas reducidas y abstractas hechas de piedra, bronce o acero de la artista suizo-canadiense Evelyne Brader-Frank (*1970) son una celebración de la vida. Curvas voluptuosas y sensuales, cuerpo femenino pleno o estatuas esbeltas con siluetas delicadas: sus arquetipos femeninos interpretados contemporáneamente celebran sobre todo la danza de las curvas. Su firma inconfundible en su trabajo artístico radica en la belleza de la forma humana interpretada en su propio lenguaje abstracto. Se inspira en la figura femenina con sus contornos sensuales, sus volúmenes expansivos, su resplandor vibrante y su delicadeza sublime. La reducción formal extrema es la marca registrada de Evelyne Brader-Frank. Una tremenda influencia artística en su trabajo creativo proviene del bon mot: "Si hubiera tenido más tiempo, te habría escrito una carta más corta". Evelyne nació y creció en Suiza en una familia con talento artístico. Influenciada por su abuelo, paisajista, y su hermano, pintor surrealista, Evelyne tuvo la oportunidad de experimentar con diversos medios (lápiz, acuarela y aerógrafo). Después de una educación bancaria, Evelyne se matriculó en su primera clase de escultura en 1990. A diferencia de otros métodos artísticos, la escultura le permitió a Evelyne expresarse tridimensionalmente. Aprendió a trabajar con muchos tipos diferentes de piedra, pero siempre encontró el camino de regreso a la esteatita, el medio en el que mejor podía expresarse. A finales de 1994, Evelyne dejó Suiza y se mudó a Alberta, donde no sólo amplió su trabajo hacia el bronce, el hormigón y el hielo. Se estableció como una escultora aclamada y hoy está representada con éxito por importantes galerías de Canadá y Suiza. Las dinámicas figuras masculinas y femeninas de Evelyne son celebraciones de la forma y de las hermosas piedras de las que emergen. Fascinada por la mitología clásica, Evelyne titula sus esculturas con nombres de personalidades de los mitos griegos y romanos, buscando una coincidencia entre un personaje y sus sentimientos por la nueva escultura. Evelyne Brader-Frank vive y trabaja actualmente cerca de Zurich en Suiza.