El arte y su poder transformador

El arte y su poder transformador

La enseñanza del arte en la escuela tiene un poder transformador, pues aumenta la capacidad de resolución de problemas, se mejora la creatividad, aumenta la autoestima, hace que los alumnos desafíen sus límites y crece su repertorio cultural y estético.

Adaptados a esta nueva realidad, en la que todo se hace y resuelve a través de recursos online y las relaciones se basan en apps, no nos detenemos a pensar ni a apreciar lo suficiente el arte.

Se puede decir que en el arte existen innumerables puntos sin resolver, ya que no existe una definición clara sobre su composición, lo que hace que hacer arte sea una tarea angustiosa. Pero toda actividad humana tiene su momento de angustia y, como dicen, “el antagonista de la angustia es el éxito y la victoria”.

En la creación de arte es fundamental tener libertad y sensibilidad. Como artista plástico no utilizo razonamientos lógicos en la creación, me pierdo en las líneas, en las curvas que se encuentran y cambian de sentido, que componen imágenes, figuras insólitas y que se constituyen por los colores y su ausencia. Creo con libertad y emoción, pinto lo que me emociona, lo que tiene sentido para mí y sobre todo lo que me agrada. Suelo abordar temas de lo femenino porque, como dijo Frida Kalho, “es el tema que mejor conozco”.

En la mayoría de las civilizaciones paganas las diosas son las creadoras del Universo, conocidas como qadesh (sagrado), son presentadas como las encargadas de generar la vida, las culturas, el lenguaje y la escritura. En la mitología griega, la Diosa Madre o Madre Tierra se personifica como la Diosa Gaia, la generadora primordial de todos los dioses, uno de los primeros elementos que surgieron en los albores de la creación, junto con el aire, el mar y el cielo.
Para enseñar Arte es necesario enseñar a leer textos sin palabras, explorar fotografías, pinturas, ilustraciones y caricaturas, es necesario conocer la gramática propia que rige el lenguaje visual y contextualizar las condiciones de producción de cada obra estudiada.

Al igual que los grafitis en las calles, los comerciales de televisión, las pinturas en los libros y las obras de arte están formados por signos, por elementos que forman el lenguaje visual que es necesario decodificar, leer, comprender. Las expresiones artísticas con características propias necesitan ser discutidas con las clases para que sean realmente leídas y no “adivinadas”.

Las actividades artísticas son en realidad el contacto más directo del alumno con el arte, ya que existen innumerables posibilidades de experimentación con lenguajes artísticos como el dibujo, la pintura, la escultura, el teatro y la música, y corresponde a los educadores de arte reflexionar más intensamente en relación con el aprendizaje del arte en las escuelas, a partir de procedimientos artísticos.

La enseñanza del arte en la escuela tiene un poder transformador, pues aumenta la capacidad de resolución de problemas, se mejora la creatividad, aumenta la autoestima, hace que los alumnos desafíen sus límites y crece su repertorio cultural y estético.

Lo más significativo en el proceso de aprendizaje es el momento en que el alumno, con autonomía, empieza a admirar la obra artística, interpretando e identificando sus características. El estudiante también comienza a consumir arte de forma natural, ya sea a través de películas, videos, música, internet o incluso observando el arte que lo rodea en la vida cotidiana.