Escultura románica y Escultura gótica.
Las obras escultóricas más destacadas del Imperio Bizantino son los trabajos ornamentales de los capiteles; hay buenos ejemplos en San Vital de Rávena. Eran habituales los relieves en marfil aplicados en cofres, dípticos o la célebre Cátedra del obispo Maximiliano, una obra tallada hacia el año 550. Es característico del arte otoniano las pequeñas esculturas en marfil y bronce a las que se añadían incrustaciones de piedras preciosas. También de bronce son las puertas de la iglesia de San Miguel de Hildesheim, una obra emparentada con el arte bizantino y el arte carolingio. Cabe destacar las imágenes de madera recubiertas de oro que se utilizaban como relicario. Entre estas, destaca el Crucifijo de Gero (siglo X), en madera policromada, que se encuentra en la catedral de Colonia.
La escultura románica (siglo XI—siglo XIII) estaba al servicio de la arquitectura y se encuentran muchos ejemplos en torno a las grandes rutas de peregrinaje, como la del Camino de Santiago. Los escultores trataron diversas partes de las iglesias — tímpanos, portadas y capiteles con historias sobre temas bíblicos—, con un gran realismo. El Maiestas Domini y el Juicio Final fueron los temas iconográficos más representados. El material más empleado fue la madera, que era usada para la elaboración de imágenes de devoción como las «Vírgenes con Niño», muy representadas por toda Cataluña y por el sur de Francia. Pero, la imagen más importante del románico, fue el Cristo en Majestad, destacan el Volto Santo de Lucca, en la Catedral de Milán, y también el Cristo de Mig Aran y la Majestad de Batlló en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
La puerta de la Catedral de Chartres (1145) es uno de los primeros ejemplos de escultura gótica, y en ella, entre otros personajes, están representados animales fabulosos que dan forma a las gárgolas. En Alemania, tanto en el exterior como el interior de la Catedral de Bamberg (siglo XIII) se encuentran unas esculturas muy significativas, un buen ejemplo es la Estatua ecuestre del Caballero de Bamberg. Una innovación son las esculturas sobre temas dramáticos, con escenas de la Pasión de Cristo y la Piedad. Al final del período gótico, en Alemania se realizaron unos magníficos retablos, ejecutados por artistas como Tilman Riemenschneider y Veit Stoss. En el reino de Castilla trabajaron los escultores Gil de Siloé y Alejo de Vahía. En cuanto al reino de Aragón, Aloi de Montbrai realizó el Retablo de los Sastres de la Catedral de Tarragona y Pere Moragues esculpió el sepulcro de Fernández de Luna, pieza que se encuentra en la Catedral de San Salvador de Zaragoza. También cabe destacar el relieve de San Jorge del Palacio de la Generalidad de Cataluña ejecutado por Pere Joan.20 Claus Sluter, artista flamenco, realizó la portada de la cartuja de Champmol (Dijon) y un pedestal del pozo del claustro conocido como el Pozo de Moisés. En Italia, en Pisa y Siena, los escultores Nicola Pisano y su hijo Giovanni Pisano dejaron obras de gran calidad, donde ya anuncian el paso hacia un nuevo tipo de escultura.
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