El arte callejero o street art tiene una larga e interesante historia en México, que se remonta a las tradiciones muralistas pero que ha evolucionado de formas muy particulares:
Antecedentes:
- Los murales públicos de los grandes muralistas mexicanos como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros en las primeras décadas del siglo XX, sentaron las bases del arte popular y contestatario en las calles.
- En los años 60s y 70s, colectivos estudiantiles utilizaron grafitis y pintas callejeras durante movimientos de protesta social como el 68.
Inicios del grafiti moderno:
- A finales de los 70s, influenciados por el grafiti surgido en ciudades como Nueva York y Filadelfia, aparecen algunos de los primeros escritores de grafiti mexicanos como Muans,움the Mex y Hade.
- En los 80s y 90s, el grafiti se expande entre las pandillas y barrios urbanos, especialmente en el norte del país.
Arte urbano contemporáneo:
- A partir de los 2000s, el street art diversifica sus técnicas más allá del grafiti, incorporando plantillas, stickers, esténciles, murales elaborados, etc.
- Se desarrollan importantes escenas de arte urbano en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla.
- Artistas reconocidos internacionalmente como el Niño de las Pinturas, Neuzz, Saner, Smithe, Curiot y Sego, entre muchos otros.
- Creciente profesionalización, con festivales, encargos comerciales y obras comisionadas.
- Temas frecuentes son critica social, indigenismo, cultura popular, ecología.
A pesar de su naturaleza efímera y no permisiva, el arte callejero mexicano se ha convertido en una expresión artística y contracultural vibrante, mezclando influencias locales con corrientes globales. Refleja una búsqueda incesante por el diálogo público y la apropiación urbana.
Latamarte