Grandes fotografos cubanos
Todos fueron magníficos artistas del lente que se destacaron por un trabajo u otro y que al final conforman el panteón de los grandes de la fotografía en Cuba. Y por supuesto que quedan muchos más que aquí no se mencionan.
Jesse Fernández (1925-1986)
Entre los propios fotógrafos está reconocido como un hombre muy culto y el mejor fotógrafo de toda la historia en Cuba.
Sin duda hay otros más conocidos internacionalmente por coyunturas sumadas a su talento, pero esos mismos no dudan en señalarlo como la máxima expresión en la especialidad.
Constantino Arias (1920- 1991)
Su trabajo se ha valorizado como la obra gráfica más completa de la historia cubana de los últimos veinte años de la etapa republicana y de obligatoria consulta para la historia de la fotografía cubana.
Parte de esa calificación se debe a que fue el fotógrafo profesional del Hotel Nacional de Cuba desde 1941 a 1959. La sociedad habanera de los años 40 y 50 se vieron retratadas en sus magníficas fotos.
Mario García Joya, Mayito. (1938-)
Ahora es más conocido como director de fotografía cinematográfica, pero sus orígenes fueron la pintura y la fotografía.
Sin duda es uno de los fotógrafos más influyentes e internacionalmente más reconocidos que ha dado Cuba y también estudió pintura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de San Alejandro.
Pepe Agraz (1909-1982)
Las grandes fotos de hechos deportivos en Cuba siempre tuvieron la firma de Pepe Agraz.
Pero aunque era un fotógrafo especializado en deportes, donde fue pionero en fotos de acción deportiva, en particular en el boxeo, también tuvo trabajos destacados como le entrada de Fidel Castro en La Habana y la explosión del vapor La Coubre.
De fotógrafo callejero, llegó a ser considerado un experimentado fotorreportero de eventos sociales y posteriormente en la prensa, en particular en el deporte, registrando torneos de boxeo y series de béisbol durante medio siglo desde la década de los años treinta hasta los ochenta.
Armand (1905-1992)
Los dos fotógrafos más famosos y solicitados de La Habana en los años cuarenta y cincuenta fueron Armand conocido como “el fotógrafo de las estrellas” y su discípulo, Narcy (1908-1968).
Claro que nos referimos a las estrellas de radio, teatro y televisión, que querían imitar el estilo de Hollywood, por lo que las grandes divas de la época como Rita Montaner, Rosita Fornés, Celia Cruz, Olga Guillot o Josephine Baker se hacía retratar en escenas que recreaban la sofisticación y glamour de la meca del cine.
Osvaldo Salas (1914-1992)
Una gran definición nos dio Osvaldo Salas, uno de los grandes fotógrafos cubanos del siglo XX, y es que la cámara no es lo definitorio. No negaba la tecnología y la conocía muy bien y estaba al día en las innovaciones en esa materia, pero sostuvo que una buena fotografía se lograba a base de un cinco por ciento de técnica y un noventa y cinco por ciento de imaginación. Y eso es un postulado que no va a variar.
Al igual que otros grandes, en su adolescencia matriculó en la Academia de San Alejandro, pues quería ser pintor, pero tuvo que dejarlo pues tenía que trabajar.
Fue mensajero, soldador y electricista en un taller de equipos de comunicaciones, y allí casualmente había aficionados a la fotografía, los que le enseñaron una cámara y allí encontró no solo un objetivo, sino también una manera de acercarse a su ambición de ser pintor.
Raul Corrales (1925-2006)
Natural de Ciego de Ávila, era portero de un restaurante, hasta que decidió ganarse la vida como fotógrafo, oficio en que se desempeñó en muchas publicaciones cubanas. Publicó en los diarios Hoy, Revolución y las revistas Bohemia y Carteles, en el Instituto Nacional de Reforma Agraria.
Korda (1928-2001)
Alberto Díaz Gutiérrez, conocido por su nombre artístico de Alberto Korda es reconocido como uno de los maestros de la fotografía cubana.
Pero aparte de ello, Korda es considerado el más versátil de los fotógrafos cubanos de su generación. Figura principal de la fotografía de modas en la década del 50, le asignaba a sus obras una verdadera categoría artística.
Alberto Korda (derecha) tomando una foto del Che Guevara (centro), con Guevara con los brazos unidos a su esposa Aleida March.
Liborio Noval (1934-2012)
De investigador de mercado en la publicitaria Siboney en 1952, pasó a ser fotógrafo de esa compañía hasta 1960, cuando pasó al periódico Revolución, después Granma donde laboró durante cuatro décadas hasta su muerte. Liborio se inició en la fotografía un poco por casualidad y accidente al lado de otro grande, Raúl Corrales