El color juega un papel fundamental en la pintura, influyendo no sólo en la estética de la obra, sino también en la respuesta emocional del observador. Cada color evoca sensaciones y significados diferentes, a menudo asociados a factores culturales y psicológicos.
Los colores cálidos (rojo, naranja, amarillo) transmiten energía, pasión y calor, y pueden crear una sensación de movimiento o intensidad.
Los colores fríos (azul, verde, morado) evocan calma, serenidad e introspección, y a menudo se utilizan para transmitir tranquilidad.
Los colores neutros (negro, blanco, gris) pueden sugerir sofisticación, equilibrio o minimalismo, según el contexto.
La elección de colores en la pintura no es sólo una cuestión estética, sino una poderosa herramienta para expresar emociones, contar historias y conectar con el espectador a un nivel profundo.
Latamarte