La IA puede analizar obras de arte existentes, aprender de ellas, crear nuevas piezas basadas en ese conocimiento e incluso hacer predicciones sobre qué obras de arte serán populares entre el público. Los algoritmos impulsados por IA también pueden analizar grandes cantidades de datos, lo que ayuda a los artistas a automatizar algunas de sus tareas más mundanas. Esto podría dar lugar a exposiciones de arte más personalizadas y a medida, así como a estrategias de marketing más eficaces para los eventos artísticos.
Sin embargo, ¿cómo avanzamos de manera responsable con esta tecnología? A medida que las tecnologías impulsadas por IA continúan refinando, agilizando y automatizando procesos en todos los modelos comerciales tradicionales, ¿qué significa eso para el aspecto humano del mundo del arte? ¿Será una máquina el nuevo curador del momento?
La tecnología de IA, aunque cambia las reglas del juego para muchas tareas repetitivas mundanas basadas en el análisis de datos, no necesariamente reemplazaría la necesidad de roles humanos. En el mundo del arte, el pensamiento crítico, la perspectiva, la opinión, la inteligencia emocional y social y la buena creatividad tradicional son algo que seguirá siendo una necesidad y solo se puede satisfacer mediante puestos humanos.
Si bien muchas de las principales fuerzas detrás de la IA, incluidos Elon Musk y Steve Wozniak, han pedido una pausa en los desarrollos de IA hasta que los planes estratégicos estén listos para desarrollarse de manera responsable, no hay duda de que los efectos de la IA en el mundo del arte se sentirán ampliamente en todo el mercado del arte global.
Fuente