Artistas que transformaron el Arte Contemporáneo en Latinoamérica 2

Artistas que transformaron el Arte Contemporáneo en Latinoamérica 2

Artistas que transformaron el Arte Contemporáneo en Latinoamérica 2

Feliza Bursztyn
Colombia (1933-1982)


Feliza Bursztyn desafió los métodos tradicionales de la enseñanza de la escultura en Colombia, resignificando materiales no convencionales, descartados y otorgándoles un valor sin precedentes: chatarra, restos de automóviles y materiales industriales de desecho fueron animados con movimiento, sonido e interacción. Después de estudiar en Estados Unidos en el Arts Students League, se muda a París para estudiar con maestros escultores y regresa por una calamidad familiar a Colombia para experimentar y vivir en su casa-taller. Gana el primer premio de escultura en el XVII Salón Nacional en 1965. Sus series Chatarras, Histéricas y sus esculturas públicas mostraron una artista con una mirada conceptual y material potente, una mujer que vivía por fuera de las convenciones sociales, una artista que se había hecho experta en fundición y manipulación de material industrial en ruinas y que pensaba la escultura en relación con el espacio. En 1974, en su exhibición Las Camas, Bursztyn puso en escena máquinas hechas con motores cubiertas por telas de colores. Las esculturas vibratorias y sonoras parecían parejas entrelazadas y aludían a lo sexual, lo prohibido. Un gran escándalo en la época. En 1980, bajo la aplicación del Estatuto de Seguridad, Feliza fue acusada y perseguida por el ejército de la manera más infame, obligándola a exiliarse en México y París hasta su muerte.

 

Teresa Burga
Perú (1935-2021)


Teresa Burga es una artista peruana que puso el cuerpo femenino en el centro de su práctica. Sus pinturas y esculturas cuestionan estereotipos femeninos y jerarquías patriarcales. Fue uno de los miembros fundadores del Grupo Arte Nuevo, movimiento peruano de vanguardia pop-conceptual entre 1966 y 1968, época en la que fueron importantes las coloridas pinturas figurativas que funcionaban como parodias de la representación patriarcal de las mujeres. Después de un período en Chicago donde realizó una maestría en artes, regresó a Lima para hacer su trabajo más experimental a través de instalaciones, performances y dibujos sobre periódicos donde documentó la vida de las mujeres peruanas, analizando los estereotipos que les eran impuestos y reflexionando sobre el imaginario desde el cual operaban.

 

Beatriz González
Colombia (1938)


“Yo me pregunto porqué diablos me llamó la atención la foto de los suicidas en el periódico. ¿Fue el gris de la cara, o fue la cosa popular de dos personas que entran en un pacto suicida y que unen sus manos para una foto que envían a sus familiares? Los suicidas del Sisga es una de las obras emblemáticas de Beatriz González, a quien las fotografías de prensa y la información mediática sirvieron como materia prima para definir con bloques cromáticos sólidos un cuerpo de obra hecho de pinturas, serigrafías y pinturas-objetos. En su obra temprana estaba muy presente la reflexión sobre la manera en que la historia del arte llega a los países suramericanos a través de reproducciones de bajo costo, reproducciones que después de su apropiación se convertían en íconos. Luego vinieron las obras con críticas mordaces y directas a los próceres de la historia de Colombia, la alusión a los retratos de familias respetables de la sección de sociales, las imágenes de las crónicas rojas, las estampas populares y el mobiliario popular. González explora el gusto de la gente y expone con ironía, su realidad.

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