Figura
Producto de líneas cerradas, las figuras son bidimensionales, planas y solo tienen alto y ancho. Las figuras geométricas, como los círculos y los cuadrados, son matemáticas y precisas, mientras que las figuras orgánicas se inspiran en la naturaleza y tienden a ser curvas y abstractas. Los collages de Henri Matisse hacen un gran uso de las figuras orgánicas, mientras que Piet Mondrian es conocido por su uso magistral de figuras geométricas en sus pinturas. Las figuras pueden utilizarse para controlar cómo percibimos una composición. Por ejemplo, los triángulos pueden ayudar a atraer la mirada hacia un punto concreto, mientras que los círculos representan la continuidad.
Forma
Cuando una figura toma profundidad y se vuelve tridimensional, entonces adquiere forma. Cilindros, pirámides y esferas son algunas de las formas más comunes, aunque también pueden ser amorfas. En la escultura, la forma es lo más importante, aunque puede introducirse fácilmente en el dibujo y la pintura mediante técnicas de arte en 3D. El escultor barroco Bernini fue un maestro de la forma, tallando sus esculturas para que pudieran disfrutarse desde cualquier perspectiva. La forma también es un elemento importante en la arquitectura: muchos arquitectos aclamados como Frank Lloyd-Wright, Zaha Hadid y Tadao Ando tienen muy en cuenta este elemento en sus diseños.
Valor
Relacionado con el color, el valor es la claridad y la oscuridad de un color. El valor más claro es el blanco y el más oscuro el negro, y la diferencia entre ellos se define como contraste. Jugar con el valor no solo puede cambiar ciertas formas, sino también influir en el carácter de la obra. El valor es tan importante que los italianos crearon un término—el claroscuro—que se refiere específicamente al uso de la luz y la sombra en una obra de arte. El pintor barroco Caravaggio fue un maestro en el uso del claroscuro en sus pinturas al óleo. El fotógrafo Ansel Adams es otro artista que utilizó el valor de forma experta para crear composiciones interesantes en sus fotografías de paisajes.
espacio
Este elemento del arte puede manipularse en función de cómo el artista coloque las líneas, las figuras, las formas y el color. La ubicación de estos otros elementos crea el espacio. El espacio puede ser positivo o negativo. El espacio positivo es un área ocupada por un objeto o una forma, mientras que el espacio negativo es un área que se extiende entre, a través, alrededor o dentro de los objetos. Los artistas suelen pensar en el primer plano, el segundo plano y el fondo de sus obras de arte, colocando a propósito formas y líneas en todo el espacio para conseguir la composición perfecta. La sensación de profundidad en las obras bidimensionales a menudo se consigue mediante la perspectiva, que a su vez puede basarse en líneas o colores.
Textura
La textura es un elemento del arte que también juega con nuestro sentido del tacto. Se define como una descripción de la forma en la que algo se siente o podría sentirse. A veces se trata de una textura real que se puede sentir, como en el caso de la artista islandesa Hrafnhildur Arnardóttir, quien crea instalaciones artísticas con cabello sintético. Otras veces, la textura es una textura visual implícita que es bidimensional. Suave, áspera, dura, blanda, peluda, esponjosa y rugosa son algunas de las diferentes texturas que evocan diferentes respuestas.
Por ejemplo, un artista que busca un resultado hiperrealista querrá que sus nubes se vean esponjosas, mientras que otro que desea subvertir las convenciones podría jugar con la textura para crear una experiencia surrealista para el espectador. El escultor del siglo XIX Antonio Canova era un maestro en este sentido, tal como lo demuestra su retrato de la hermana de Napoleón: la mujer descansa sobre un cojín que parece tan suave que es difícil creer que sea de mármol.