El arte cambia el mundo. Incluyendo empresas
Nos inspira, provoca e instiga a actuar. Tanto es así que recibió casi tanta atención en SXSW 2022 como el metaverso y las criptomonedas.
La más reciente edición de South by Southwest (SXSW), considerado el festival de innovación más grande del mundo, abordó el futuro de la inteligencia artificial, el metaverso y las criptomonedas, entre otros temas desafiantes. Pero lo que más me llamó la atención fue el espacio dado a las discusiones en torno al papel de las artes en la cultura, la tecnología y en el contexto de las organizaciones.
Cada año hay un programa especial dedicado a este tema, el Programa de Arte SXSW, que explora el impacto de los entornos inmersivos y las diferentes expresiones artísticas, físicas y digitales. Su objetivo es estimular nuestras capacidades para ejercitar la creatividad y descubrir nuevas formas de conectar con el entorno que nos rodea.
El SXSW de este año trajo obras que invitan a la reflexión. La pintora Desireé Vaniecia desafió los estereotipos impuestos a las madres negras. Order of Magnitude, del artista digital Ben Grosser, es un vídeo que trata sobre la obsesión de Silicon Valley por el crecimiento a toda costa. Ciara Elle Bryant creó una pared con cajas blancas apiladas y zapatillas usadas y gastadas para debatir el impacto cultural de un ícono de la moda, las Nike Air Force 1, lanzadas por el gigante norteamericano hace 40 años. Como ves, temas diversos y actuales.
Desde hace tiempo se habla del poder transformador y terapéutico de las expresiones artísticas, pero ahora, más que nunca, son relevantes y necesarias. En un mundo de incertidumbre, este artículo es una invitación no sólo a apreciar mejor el arte en sus diversas formas, sino también a comprender su impacto potencial en las organizaciones.
En primer lugar, la obra de arte debe verse siempre como una experiencia abierta. Cualquier expresión artística, un cuadro, una canción o una instalación, es siempre una invitación a un diálogo más profundo. Al dejarte llevar libremente por todos los posibles significados y emociones que despierta una obra, te permites iniciar un diálogo creativo que no termina con la primera percepción. Dependiendo de la forma y el momento en que lo apreciemos siempre surge una composición diferente. Es como ver lo nuevo y diferente en algo que ya imaginamos conocido: una habilidad esencial para deconstruir lo que nos parece obvio, estático y conformado.
Es esta primera apertura la que debemos permitirnos, para enfrentarnos cara a cara con el arte sin censura y sin tener el compromiso de tener razón o no. Dejarse llevar por una curiosidad inocente y desarmada, dando luz verde a nuevas asociaciones y sensaciones. El arte despierta en nosotros esta extraordinaria capacidad de dar un nuevo significado a un mundo que ya estamos acostumbrados a percibir y en el que vivimos. Es una invitación a probar algo nuevo en todo momento.
Esta experiencia contemplativa está relacionada con la capacidad inventiva que todos poseemos. Uno de los mayores expertos en creatividad en el mundo empresarial, el psicólogo Edward de Bono, creador del término “pensamiento lateral” y fallecido el año pasado, afirmó: “La creatividad es el recurso humano más importante de todos, porque sin ella no habría No habría progreso y estaríamos repitiendo los mismos patrones”. En otras palabras, explorar nuestro potencial creativo es la clave para ser agentes activos de las grandes transformaciones en marcha.
Estimular la creatividad
En nuestro contexto organizacional, la creatividad inspirada en el arte puede marcar la diferencia. Puedes pensar en pequeños cambios, como una forma diferente de realizar mejor una tarea común o una nueva forma de interactuar con colegas y clientes. Puede servir para pensar en nuevas realidades y nuevos referentes. Para pensar de manera diferente dentro y fuera de la caja, se utiliza la creatividad.
No es algo trivial. Todos somos creativos, pero sabemos que una vez volvimos a ser creativos, posiblemente en la infancia. Pero los caminos de la vida y la madurez acabaron dejando eso atrás. Todo en nombre de la necesidad de adaptarse a una cultura laboral pragmática, especializada, estandarizada y reacia al cambio.
Todo el mundo es creativo, de alguna manera, a diario. Nuestra cultura organizacional normalmente no entiende el proceso creativo como algo que sea parte del trabajo. A menudo, nuestros momentos de mayor potencial creativo ocurren fuera del contexto laboral. Por lo tanto, llevar la experiencia artística a las organizaciones no es sólo “cool” o “diferente”, sino que es necesario e imperativo.
Otro aspecto fundamental que plantea el arte es la necesidad de crear entornos más seguros para la expresión y la experimentación. El mayor enemigo de la creatividad es la resistencia al cambio y el miedo a cometer errores. Muchas veces permitirse unos minutos de libertad para viajar de forma completa y sin censura es lo que permite volver minutos después con algunas ideas que quizás al fin y al cabo no sean tan absurdas. Pero sólo llegaste a ellos porque te diste la libertad de tener un momento de expresión auténtica e inocente.
Esta invitación a contemplar el arte es también una invitación a darle un nuevo significado a todo el mundo conocido que nos rodea, porque, de manera similar, podemos construir un flujo de nuevas perspectivas con los eventos que forman parte de nuestra rutina. Lo obvio sólo se vuelve obvio, predecible y aburrido porque estamos atrapados en una forma adictiva de verlo, como si se tratara de una composición estática. Todo lo que se necesita es una nueva mirada, una nueva percepción, y todo lo que nos rodea puede cambiar.
La certeza de que la transformación que vemos suceder frente a nosotros es reflejo de otra transformación que está sucediendo dentro de nosotros. Existe una relación reflexiva entre nuestra dimensión más íntima y la forma en que percibimos y construimos el mundo que nos rodea. Jugar con un lado necesariamente provoca cambios significativos en el otro.
Por estos motivos, en ZIV estamos reinventando el concepto de galería de arte y todo lo que puede transformarse a través de la experiencia del arte. No sorprende que haya sido uno de los temas que más se destacó en el programa SXSW de este año. En un mundo de inciertas y constantes transformaciones, la única razón para mantenernos vivos y relevantes es nuestra capacidad de crear nuevos significados, experiencias y mundos posibles. Alguna vez.