Historia de la pintura en Perú

Historia de la pintura en Perú

La historia de la pintura en el Perú se remonta a la época prehispánica, en donde se empleaban herramientas sencillas y tintes de origen natural. En esa época, la pintura se limitaba a la decoración de objetos ornamentales y utilitarios hechos de cerámica. Con la llegada de los conquistadores españoles, la pintura pasa a ser principalmente una expresión de la religiosidad católica.

Durante la época republicana, la pintura peruana pasa por cuatro grandes periodos o estilos: el costumbrismo, la pintura académica, el indigenismo y la pintura contemporánea o modernista.

Época prehispánica
La pintura peruana tiene su origen más remoto en el arte rupestre, destacando Toquepala y Lauricocha, cuya antigüedad se fechaba en unos 10 000 años.

En las civilizaciones andinas, el poblador prehispánico plasmó su arte principalmente en la cerámica, distinguiéndose en ello las culturas nazca, mochica, chimú, tiahuanaco y wari. Sin embargo, el Imperio incaico, se limitó a copiar los queros tiahuanaco. En la cultura mochica, los artistas creaban altorrelieves en los murales de los templos, como el friso ubicado en las Huacas del Sol y de la Luna , a 5 km de la ciudad de Trujillo.

Pintura durante el Virreinato
Las primeras expresiones (1533-1620)
La pintura, como representación artística sobre lienzo o fresco, se inició durante la época virreinal. Ya en 1533, mientras el conquistador español Diego de Mora retrataba al Inca Atahualpa prisionero en Cajamarca, empezaban a circular por el vasto territorio andino lienzos, tablas e imágenes con representaciones de la nueva religión.

La pintura colonial, tuvo tres grandes influencias: la italiana, muy intensa durante el siglo xvi y principios del XVII, que después se diluyó para recuperar su hegemonía a fines del siglo xviii con la introducción del neoclasicismo; la influencia flamenca, que se dio desde el principio y su importancia fue creciendo hasta ser muy fuerte en el siglo xvii, pero, sobre todo fue constante por medio de los grabados; y la española que se manifestó con mayor fuerza durante el período barroco de los siglos XVII y XVIII, especialmente a través de la Escuela sevillana. Más adelante y luego de que indígenas y mestizos al que hacer artístico se inició el barroco americano, con la introducción y recuperación de nuevos factores en el panorama artístico. La incorporación de lo indígena no derivó sólo en un estilo, sino que supuso un concepto distinto del universo y de su expresión, con validez genuina, manifestándose en un arte distinto y propio.

Los artistas indígenas interpretaron los temas religiosos y estilos de los trabajos del arte occidental dados por los curas católicos. Las pinturas coloniales muestran temas de santos y figuras religiosas combinadas con elementos indígenas, tales como vestidos andinos o expresiones faciales andinas.

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