Es difícil señalar una sola obra como la más significativa del siglo XX, ya que fue un periodo de gran efervescencia y revolución en el arte, con múltiples vanguardias y propuestas rompedoras. Sin embargo, algunas obras que tuvieron un gran impacto e influencia podrían ser:
Las Señoritas de Avignon (1907) de Pablo Picasso:
Esta pintura cubista de Picasso marcó un quiebre radical con la tradición artística occidental al deconstruir y geometrizar las figuras humanas. Abrió el camino hacia la abstracción y el arte moderno.
La Fuente (1917) de Marcel Duchamp:
Al exponer un simple urinario como "ready-made", Duchamp cuestionó los conceptos tradicionales del arte y propuso que los objetos cotidianos podían ser elevados a la categoría de arte por la sola intención del artista. Una idea revolucionaria.
Guernica (1937) de Pablo Picasso:
Esta monumental obra es un grito desgarrador contra la violencia y el sufrimiento causado por la Guerra Civil española. Su estilo cubista impactante y su poderoso simbolismo político la convierten en un ícono antimilitar.
La Persistencia de la Memoria (1931) de Salvador Dalí:
Quizás la obra surrealista más reconocible, con sus famosos relojes derritiéndose sobre un paisaje onírico e inquietante. Representó la ruptura de la lógica racional en el arte.
Las Cajas de Brillo (1964) de Andy Warhol:
Estas esculturas reproduciendo las cajas de la sopa Campbell's ejemplifican el arte pop y cómo los objetos mundanos y temas de la cultura de masas se convirtieron en motivos artísticos.
Si bien es imposible lograr un consenso, estas obras sembraron las semillas de importantes movimientos artísticos, rompieron barreras conceptuales y abrieron nuevos caminos para la expresión creativa en el convulsionado siglo XX.