El arte es la capacidad humana de crear

El Renacimiento proporcionó un cambio en la mentalidad conceptual del arte al separarlo de la artesanía y las ciencias. En ese momento, la poesía, por ejemplo, llegó a ser considerada arte en lugar de una especie de filosofía o incluso profecía. A partir de entonces, hubo incluso una mejora en la percepción y la situación social del artista, ya que los nobles y ricos europeos agudizaron su interés por la belleza. El arte se consagró como objeto de consumo estético para la nobleza y las clases sociales altas.

El romanticismo culminó en el siglo XIX con la idea de que el arte surge espontáneamente del individuo, como la obra artística surge del interior del artista y de su propio lenguaje natural. Se valora la sensibilidad y la fantasía. Arhur Schopenhauer afirmaba que el arte es una vía de escape del propio estado de infelicidad del hombre, ya que el arte es la reconciliación entre la voluntad y la conciencia, entre el objeto y el sujeto, alcanzando un estado de contemplación, de felicidad. Finalmente, el arte habla el lenguaje de la intuición, no de la reflexión. Es una forma de liberarse de la voluntad, de ir más allá de uno mismo.
El esteticismo de finales del siglo XIX es una reacción al materialismo que vino con la revolución industrial. Charles Baudelaire señala que la belleza nace de la pasión y, como cada individuo tiene su propia pasión, también tiene su propio concepto de belleza. Para él, el artista es el héroe de la modernidad, cuya principal cualidad es la melancolía, que es el anhelo de la belleza ideal.

En Brasil, entre el 11 y el 18 de febrero de 1922, los artistas propusieron una nueva visión del arte a la luz de una estética innovadora inspirada en las vanguardias europeas, evento que, aunque nació en São Paulo, pasó a ser conocido nacionalmente como la Semana de Arte Moderno: manifestación cultural artística que reunió presentaciones de danzas, esculturas, música, poesía y recitales. Una acción que impactó y transformó el arte modernista brasileño. Fue, sin duda, una emancipación estética auspiciada por artistas, escritores, músicos y pintores.

Si para Santo Tomás de Aquino el arte es el correcto ordenamiento de la razón, para Pablo Picasso el arte es la mentira que nos ayuda a ver la verdad. Ambos tendrán razón. Quizá por ello se acepta el concepto de arte como el conjunto de creaciones realizadas por el ser humano para expresar su visión más sensible del mundo, ya sea real o imaginario. A través del arte, los seres humanos expresamos ideas, emociones, percepciones y sensaciones. En consecuencia, el arte libera y emancipa.

El arte engloba la arquitectura, el cine, la danza, el dibujo, la escultura, la fotografía, la literatura, la música, la pintura, la poesía. Hoy en día, en pleno siglo XXI, incluso la televisión, la moda, la publicidad y los videojuegos son considerados por muchos como manifestaciones artísticas. Según René Huyghe, el arte y el hombre son inseparables. No hay arte sin hombre, y mucho menos hombre sin arte. El ser aislado o la civilización que no llega al arte están amenazados por una secreta asfixia espiritual, por una perturbación moral. Para la Unesco, el arte es clave para formar generaciones capaces de reinventar el mundo heredado. Refuerza la vitalidad de las identidades culturales y promueve las relaciones con otras comunidades.

El arte es la capacidad humana para la creación. Es la expresión o aplicación de habilidades creativas e imaginación para crear obras apreciadas principalmente por su belleza, intelecto o poder emocional. Sus resultados se obtienen por diferentes medios. El arte de cocinar, de pintar cuadros, del grafiti, las artes plásticas, el arte de componer (poesías y partituras musicales), el grabado, la impresión de libros e incluso, ligado a un concepto más severo, son hoy en día causas de gran revulsión social, tales como como la caza y la guerra, pueden ser considerados como art. Los seres humanos y el arte están estrictamente conectados. El arte libera. Y, en la actualidad, el arte de vivir se hace cada vez más indispensable para la emancipación humana.

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