Inteligencia artificial y arte

Inteligencia artificial y arte

Inteligencia artificial y cruzar la frontera del conocimiento

La mayoría de las personas que escuchan el término Inteligencia Artificial (IA) recuerdan inmediatamente varias películas, series y libros; no faltan trabajos sobre el tema. La trama suele hablar de robots superinteligentes y sus interacciones con los humanos. A lo largo de la narración, acaban desarrollando sentimientos, a veces buenos y otras no tanto.

Cuando hablamos de inteligencia artificial con alguien del área tecnológica, los pensamientos son menos fantasiosos. Para estos profesionales, la IA se refiere a máquinas capaces de funcionar independientemente de los seres humanos.

Lo que naturalmente no asociamos con la inteligencia artificial es el arte, en sus diversas expresiones. ¿Alguna vez te has parado a pensar en esto? Quizás te sorprendas, pero la capacidad de una máquina para producir una obra de arte está mucho más cerca de nuestra realidad que lo que vemos en cualquiera de las ficciones del cine, de Internet o de los libros.


La unión entre arte e inteligencia artificial es una certeza hoy en día. Tenemos desde IA utilizadas como herramientas por artistas hasta aquellas que crean obras prácticamente sin interferencia humana. Los ejemplos son muchos y en ámbitos muy diversos del mundo del arte, como la música, el cine y las artes visuales. A continuación, presentaremos algunas obras y artistas para ilustrar este panorama.

Se realizó un álbum de música íntegramente con la ayuda de un programa de inteligencia artificial. La cantante Taryn Southern no sabe tocar ningún instrumento, por lo que utilizó un programa llamado Amper para ayudarla a crear las canciones. Ella siente que las composiciones son suyas, ya que utiliza el programa como herramienta. El programa colabora para que personas que no tienen conocimientos musicales también puedan expresarse a través de él.

Google también proporcionó una forma para que las personas crearan música con la ayuda de máquinas, a través del proyecto Magenta. Dentro de este proyecto, existe el Lo-Fi Player, donde puedes acceder a un estudio de música con tecnología de inteligencia artificial y crear y editar tu propio material. La idea es similar a la de Amper, permitiendo que incluso personas sin conocimientos previos puedan utilizar los recursos.

Contamos con la artista plástica brasileña Katia Wille. A principios de 2020, parte de sus obras fueron expuestas en el Museo de Arte Sacro de São Paulo, en la muestra ToTa Machina, que significa “Mujer Máquina”, que combinó la inteligencia artificial con las obras de la artista. A partir de la IA se logró brindar diferentes experiencias para cada visitante. A través de las máquinas, las obras pudieron reaccionar no sólo a la presencia humana, sino también a sus emociones. Es decir, ¡las obras cambiaron a medida que vieron e identificaron los sentimientos de los visitantes!

Estos son solo algunos ejemplos. La realidad es que existen muchas más interacciones entre artistas y máquinas. Los avances tecnológicos de la humanidad suelen ir de la mano de los avances en el área del arte, y eso es lo que estamos presenciando en este momento de la historia. En esta discusión surgen preguntas que normalmente nos mantienen despiertos por la noche. ¿El arte hecho por máquinas sigue siendo arte? ¿Será reemplazado el artista? Cuando se vende una obra de arte creada por una IA, ¿quién se queda con el dinero? ¿Quién es el artista? ¿Cuál es el valor de su trabajo y su desempeño en nuestra sociedad? En el futuro, ¿será todavía posible diferenciar el arte realizado por humanos del realizado por máquinas?

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