¿Cuáles son los orígenes de la Inteligencia Artificial?

Las confabulaciones sobre la posibilidad de conferir cierta noción de inteligencia a objetos y equipos han permeado la humanidad al menos desde la Antigua Grecia. Aristóteles, uno de los filósofos más importantes de su tiempo, se preguntó si sería posible “enseñar” a una escoba a barrer por sí sola y prescindir así de los esclavos que se destinaban a esta y otras actividades más rutinarias.

Pero los avances significativos en el desarrollo de la Inteligencia Artificial recién se dieron a lo largo de la década de 1940. En ese momento, la humanidad estaba inmersa en la Segunda Guerra Mundial, por lo que había una carrera entre países por desarrollar tecnologías de vanguardia.

Fue durante esta década que el matemático inglés Alan Turing condensó sus ideas sobre el aprendizaje automático y la Inteligencia Artificial en un artículo titulado “Maquinaria Computacional e Inteligencia”, publicado en 1950. Fue en este artículo que el matemático presentó al mundo el test de Turing, en aquel entonces llamado “juego de imitación”, que mide la autonomía de los robots.

Todavía en la década de 1950, otro paso importante hacia la consolidación de la Inteligencia Artificial fue el desarrollo del lenguaje Lisp, creado por el informático John McCarthy, que se convirtió, tras su publicación en 1960, en el lenguaje más utilizado para programar aplicaciones de IA. Hoy, más de 60 años después de su publicación, Lisp es uno de los lenguajes de programación más antiguos aún en uso.

Uno de los avances más destacados en el campo de la inteligencia artificial se produjo en 1997, cuando el ordenador Deep Blue, desarrollado por IBM, ganó una partida de ajedrez contra el entonces campeón mundial Garry Kasparov.
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