¿Qué es la historia del arte y hacia dónde va?

¿Qué es la historia del arte y hacia dónde va?

La historia del arte puede parecer un concepto relativamente simple: “arte” e “historia” son materias que la mayoría de nosotros estudiamos en la escuela primaria. Sin embargo, en la práctica, la idea de “historia del arte” plantea cuestiones complejas. ¿Qué entendemos exactamente por arte y qué tipo de historia (o historias) exploraríamos? Consideremos cada término a continuación.

Arte versus artefacto
La palabra “arte” deriva del latín ars, cuyo significado original es “habilidad” o “oficio”. Estos significados siguen siendo definiciones primarias en palabras derivadas de ars, como “artefacto” (algo hecho con habilidades humanas) y “artesano” (una persona con la capacidad de hacer cosas). Sin embargo, los significados de “arte” y “artista” no son tan simples. Entendemos el arte como algo más que una simple artesanía especializada. Pero ¿qué distingue exactamente una obra de arte de un artefacto, o a un artista de un artesano?

Cuando a los estudiantes se les hace esta pregunta, normalmente sugieren varias ideas. Una es la belleza. Gran parte del arte es visualmente impactante, y en los siglos XVIII, XIX y principios del XX, el análisis de las cualidades estéticas fue central en la historia del arte. Durante este período, se consideraba que el arte que imitaba el arte griego y romano antiguo (el arte de la antigüedad clásica) encarnaba la perfección atemporal. Los historiadores del arte se centraron en las llamadas bellas artes (pintura, escultura y arquitectura) analizando las virtudes de sus formas. Sin embargo, durante el último siglo y medio, tanto el arte como la historia del arte han evolucionado radicalmente.
Izquierda: Lisipo, Apoxiomenos (Rascador), copia romana de una estatua de bronce de alrededor del 330 a. C., de 2 m de altura (Museo Vaticano); Derecha: Kiki Smith, figura masculina sin nombre, 1990, 198,1 × 181,6 × 54 cm, figuras de cera de abejas y cera microcristalina sobre soportes de metal (Museo Whitney de Arte Americano)

Los artistas se alejaron de la tradición clásica y adoptaron nuevos medios e ideales estéticos; Los historiadores del arte han pasado de analizar la belleza formal del arte a interpretar su significado cultural. Hoy entendemos la belleza como algo subjetivo, una construcción cultural que varía en el tiempo y el espacio. Aunque el arte sigue siendo esencialmente visual y el análisis visual sigue siendo una herramienta fundamental utilizada por los historiadores del arte, la belleza en sí ya no se considera un atributo esencial del arte.
Una segunda respuesta común a la pregunta de qué distingue al arte enfatiza la originalidad, la creatividad y la imaginación. Esto refleja la comprensión moderna del arte como una manifestación del ingenio del artista. Esta idea, sin embargo, se originó hace quinientos años en la Europa del Renacimiento y no es directamente aplicable a muchas de las obras estudiadas por los historiadores del arte. Por ejemplo, en el caso del arte del antiguo Egipto o de los iconos bizantinos, se valoraba más la preservación de la tradición que la innovación. Si bien la idea de ingenio es ciertamente importante en la historia del arte, no es un atributo universal de las obras estudiadas por los historiadores del arte.
Todo esto puede llevar a la conclusión de que las definiciones de arte, al igual que las de belleza, son subjetivas e inestables. Una solución a este dilema es proponer que el arte se distingue principalmente por su actividad visual, es decir, por su capacidad de cautivar a los espectadores. Los artefactos pueden ser interesantes, pero creo que el arte tiene el potencial de conmovernos, emocional, intelectualmente o de cualquier otra manera. Puede hacerlo a través de sus características visuales (escala, composición, color, etc.), la expresión de ideas, habilidad, ingenio, rareza o alguna combinación de estas u otras cualidades. La forma en que el arte atrae puede variar, pero de alguna manera, el arte nos lleva más allá de la experiencia cotidiana y ordinaria. Los mejores ejemplos atestiguan los extremos de la ambición, la habilidad, la imaginación, la percepción y el sentimiento humanos. Como tal, el arte nos lleva a reflexionar sobre aspectos fundamentales de lo que es ser humano. Cualquier artefacto, como producto de la habilidad humana, podría dar una idea de la condición humana. Pero el arte, al ir más allá de lo común, tiene el potencial de hacerlo de una manera más profunda. El arte. Por lo tanto, quizás se entienda mejor como una clase especial de artefacto, excepcional en su capacidad de hacernos pensar y sentir a través de la experiencia visual.

 

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